viernes, 15 de julio de 2016

Antonio Eloy, algo más que formación

Llevo 34 años en este loco mundo y 17 de ellos entre rulos, cosméticos, colores y tijeras de manera profesional.
Tuve la suerte de estudiar en el Instituto Salvador Seguí, en Barcelona, el ciclo medio de Peluquería, allí aprendí la importancia de recibir formación de calidad para poder llegar a ejercer con la mayor profesionalidad posible.
Tuve grandes maestros que dejaron huella en mi y cuyas enseñanzas aun sigo aplicando.
Nuestro oficio requiere de un conocimiento teórico considerable y para la parte práctica es indispensable una buena maleta llena de horas de preparación y no dejar de perfeccionarse por el camino.
No todo el mundo vale, no me entretengo en este punto ya que dediqué otro post anterior a ello, pero aún más importante es que no en todo centro que dicen enseñar peluquería se aprende el oficio con todas sus letras.
Con ghd tuve la suerte de recorrer salones de toda España y conocer variopintos profesionales que han hecho de mi la persona que os escribe y aún tuve una mayor suerte cuando comenzamos a recorrer academias y a impartir cursos de perfeccionamiento en ellas.
Sabéis que prefiero destacar las partes positivas así que no hablaré del terrible nivel de academias que me encontré en ese tiempo, hoy solo tengo letras para hablaros de la que para mí es a día de hoy LA ACADEMIA.
Podéis pensar que es peloteo... pero los que me conocéis sabéis que estas palabras llevan saliendo de mi boca muchos años antes de colaborar con ellos como lo estoy haciendo ahora.
La Academia Antonio Eloy de Málaga es un ejemplo a seguir por su estructura, la calidad humana, profesionalidad y pasión que ponen en todo lo que hacen.
Un negocio familiar que vela por sus alumnos y que les ofrecen una variedad de herramientas y recursos más allá de lo que cabe esperar en una escuela similar.
Espero que sus alumnos lleguen a valorar todas las oportunidades que tienen a su alcance ya que una vez que sales del mundo estudiantil llega el bofetón de realidad y los arrepentimientos por no haber aprovechado cada segundo entre sus puertas.

Las instalaciones son de calidad, las aulas espaciosas y luminosas, proyectores, material de primera y multitud de recursos.

La infinidad de eventos con los que colaboran y los que crean. Mención especial a esa increíble Gala de fin de curso que cada año me sorprende, pasarelas, teatro, profesionales invitados...

La incansable búsqueda del más y mejor.

El concepto que proponen desde luego se aleja de lo que ofertan en otras academias que en general se han quedado obsoletas y que utilizan a sus alumnos para obtener un beneficio económico sin interés ni vocación verdaderos en la formación de futuros profesionales. 

Comparto con esta academia no sólo simpatía y aprecio por el equipo y sus alumnos, también valores y visión del sector, caminando juntos en el porvenir de un oficio que amamos. Compartimos las ganas de cambiar el sector desde nuestras parcelas y con la pasión y las ganas por bandera predicando con el ejemplo, el objetivo es común;  una profesión mejor valorada, más profesional y enfocada a un bien común donde la colaboración deje atrás a la competencia.

Quien tuviera 20 años de nuevo para escoger sus aulas para mi formación! !

Un abrazo familia! y nos vemos en el camino camaradas!!